Después de haber realizado en años anteriores el Camino Francés y el de la Costa del Cantábrico, para este tercer año nos hemos decidido por uno nuevo, El Camino Portugués. Como su nombre indica, es la senda jacobea que recorre Portugal de sur a norte, desde Lisboa hasta Santiago de Compostela. Un total de 620 kilómetros.
El Camino
Portugués es una ruta diferente, en relación al clásico Camino Francés. En este
recorrido el peregrino no tiene que hacer frente a grandes alturas, ni lidiar
con complicados desniveles como ocurre en el resto de los caminos jacobeos y
otros itinerarios que atraviesan la península ibérica.
El primer
día partimos temprano desde Castellón y tras las paradas pertinentes y 14 horas
de viaje llegamos a Lisboa.
El
segundo día iniciamos un recorrido por los puntos más singulares de Lisboa como
la Plaza del Rossio, el elevador de Santa Justa, Plaza del Comercio, Iglesia de
Santo Domingo y la Sé de Lisboa. Desde la catedral se inicia el Camino
discurriendo por el barrio de Alfama, el más antiguo de la capital portuguesa.
Siguiendo el estuario del río Tejo llegamos al moderno barrio del Parque de las
Naciones, donde se encuentra la torre Vasco de Gama y el Oceanario. Tras un
largo paseo junto al río se pasa por debajo del puente Vasco de Gama, el
viaducto más grande Europa con 7,6km.
Durante
esta primera etapa coincidimos con una de las cuatro rutas que van a Fátima indicada
con flechas azules, El Camino del Tajo. Los otros tres son: el Camino del
Norte, el Camino de Nazaré y el Camino de la Costa.
Tras
pasar por los pueblos de Valada y Santarem nos dirigimos a Fátima donde
pernoctamos dos noches.
Incluso
los no creyentes no pueden permanecer indiferentes cuando se encuentran en el santuario,
por su grandiosidad, por la espiritualidad que se siente y por su simbolismo.
Al entrar
en el Recinto de las Oraciones, en uno de los extremos se puede ver la Basílica
de la Virgen del Rosario de Fátima, con su gran torre de 65 metros. En el centro
se encuentra el monumento al Sagrado Corazón de Jesús y, en uno de los lados,
la Capilla de las Apariciones en el mismo lugar en el que la Virgen pidió a los
pastorcitos que se construyese una capilla. A las 21,30 todas las noches
realizan los presentes la procesión de las velas, en la que la mayoría quisimos
participar y fue emocionante.
La
segunda etapa la iniciamos en la iglesia de Atalaia y nos dirigimos hasta el
pueblo de Grou. Los continuos repechones del recorrido hizo que el grupo se
estirara. El siguiente tramo lo hacemos en la población templaria de Tomar. Una
ciudad espléndida y muy cuidada que cuenta en lo alto del monte que la domina
con el convento de Cristo y el castillo templario.
Por la
tarde visitamos la población de Batalha donde se encuentra el Mosteiro de Santa
María da Victoria, que, aunque se encuentra fuera del Camino, merece una visita.
D. Juan venció a los ejércitos castellanos en la batalla de Aljubarrota en 1385. Esta victoria puso fin a una crisis dinástica que se arrastraba desde 1383, a la muerte del rey Fernando, cuya única hija estaba casada con el rey de Castilla, pretendiente al trono de Portugal. La construcción abarcó siete reinados de la segunda dinastía (1385-1580) e involucró a un amplio equipo de maestros albañiles de gran nivel, tanto nacionales como extranjeros.
En la
tercera etapa de después de pasar por Ponte da Ceras, Cernache y Cruz de
Morouços llegamos a Coimbra. La ciudad está atravesada de punta a punta por el río
Mondego y sus estrechas y pendientes calles esconden un patrimonio histórico de
diversas épocas, dado que a lo largo de la historia ha sido un emplazamiento de
gran relevancia. La Universidad de Coímbra fue instituida en el año 1290 y es
una de las más antiguas de Europa. En sus orígenes contaba con cuatro
facultades: medicina, derecho civil, derecho canónico y artes. Hoy en día
cuenta con el doble. La ciudad recuerda a otras grandes ciudades estudiantiles
de Europa, como, por ejemplo, Bolonia o Salamanca. Por la tarde
realizamos una visita a la Universidad que se encuentra en lo alto del monte
que domina la ciudad. Son de destacar la Biblioteca Joanina y la Capilla de San
Miguel. Bajando del promontorio hacia la ciudad se encuentra la Sé Velha.
La cuarta
etapa la comenzamos en Mealhada, pasando por Morisca do Vouga, Lamas do Vouga
para finalizar en el Monasterio de Grijó. A continuación nos trasladamos a
Paredes donde pernoctamos dos noches. Por la tarde realizamos una visita a
Oporto, segunda ciudad en número de habitantes de Portugal. El casco viejo se
encuentra en el promontorio y ladera que cae al rio Douro, el cual atraviesa la
ciudad. Al otro lado del río contamos mas de diez bodegas con sus barcos
anclados. Tenemos la suerte de coincidir con las fiestas de San Juan, por lo
que todo el río es un bullicio de embarcaciones antiguas y modernas deambulando
en una y otra dirección. Alcanzar la Sé de Oporto se hace duro por las cuestas
y callejuelas antiguas. Una vez arriba se hace agradable las visitas a la
estación de San Bento, la Torre de los Clérigos y avenidas más espaciosas.
Iniciamos
la quinta etapa atravesando el Puente de Zameiro, conectando con la carretera
del camino romano, por lo que también se conoce como Vía Veteriz, que se
dirigía de Oporto a Barcelos. Su construcción data del siglo XII y presenta una
estructura de planta irregular y ligeramente en rampa. El puente está apoyado
sobre ocho arcos de medio punto de diversas dimensiones.
El
siguiente tramo entramos en Barcelinhos y tomamos una calle a la izquierda que
nos conduce al puente medieval que cruza el río Cávado. Lo atravesamos y nos
adentramos en Barcelos. La ciudad es famosa por el rico número de monumentos
que alberga en ella y el bonito paisaje que la rodea. También es muy popular
por ser el origen de uno de los sellos de identidad del país, el gallo de
cresta colorida, cuyo origen se remonta a una leyenda vinculada al Camino de Santiago. Por la
tarde visitamos la ciudad de Braga, una ciudad agradable, organizada alrededor
de su centro mayoritariamente peatonal, donde se extienden pequeñas cafeterías
y restaurantes locales sobre antiguas calles pavimentadas. Destacan su Catedral
y el Palacio Episcopal.
Iniciamos
la sexta etapa en las proximidades de Ponte de Lima. El Puente de Ponte de
Lima, data del siglo V. La finalidad de la construcción, atribuida a los
romanos, era conectar Braga y Astorga. La construcción está formada por
dieciséis arcos, de los cuales cinco pertenecen a la época romana. En su
estructura también se pueden apreciar almenas y torres defensivas, las cuales
fueron añadidas durante la remodelación ordenada por Pedro I, en el siglo
XIV. Recientemente, la calzada del puente fue remodelada, lo que ha permitido
que hoy en día se pueda caminar a pie sobre él.
En el
siguiente tramo visitamos Valença do Minho, con una fortaleza impresionante que
domina el río Minho. Tras visitarla descendimos y después de cruzar el puente
sobre el río atravesamos la frontera y nos dirigimos hacia la población
medieval de Tuy visitando la Catedral de Santa María. Por la tarde paseamos por
el casco antiguo de Pontevedra. Su casco histórico está repleto de rincones con
encanto y de evocadoras calles empedradas. Uno de los puntos que mayor interés
despiertan entre los peregrinos es la curiosa iglesia de la Virgen Peregrina,
patrona de la ciudad.
La última
etapa la iniciamos en Caldas de Reyes y tras cruzar el río nos adentramos en
bosque de eucaliptos para llegar a O Cruceiro. El siguiente pueblo a visitar
será Padrón. El paseo del Espolón de Padrón constituye un bonito camino en el
que podemos encontrar dos emblemáticas esculturas: la de Rosalía de Castro y la
de Camilo José Cela. En el extremo norte se encuentra La iglesia de Santiago de
Padrón, templo de estilo neoclásico. Uno de los elementos más destacados de
este templo es el Pedrón, situado bajo el altar mayor. Se trata de un bloque de
granito que, según cuenta la leyenda, se utilizó para sujetar la barca que
transportaba los restos del apóstol Santiago a Galicia. De aquí nos
dirigimos a las afueras para visitar la Colegiata de Iria Flavia que se ubica a
un kilómetro de la localidad de Padrón. Está considera como una de las primeras
iglesias católicas del mundo en adoración a la Virgen María. En su interior
acoge los sepulcros de Rosalía de Castro y de Camilo José Cela, además de los restos
de veintiocho obispos.
El último
tramo se hace pesado, pues desde bastante distancia se observan las torres de
la catedral pero la distancia no mengua y el calor aprieta. Por fin conseguimos
reunirnos junto al parque de la Alameda y tras un paso peatonal llegamos a
Porta Faxeira, una de las entradas al casco histórico de Santiago de
Compostela. Para llegar a la catedral, tomamos la rúa do Franco. Así llegamos
al final de la etapa de hoy y de nuestro recorrido del Camino Portugués.
Ante
nuestros ojos se abre la Plaza del Obradoiro y en ella se alza nuestro objetivo,
la Catedral de Santiago de Compostela. Por la tarde en la Misa del Peregrino
tenemos la suerte de que activan el Botafumeiro, hecho que solo ocurre en
ciertas fiestas religiosas a lo largo del año, o que se haya depositado una
cantidad de dinero en la Oficina del Peregrino.
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