En una de las numerosas
excursiones que organiza nuestra Vocalía de Viajes y Actividades Sociales, nos
trasladamos a Valencia en visita cultural. Tres museos nos sirvieron para
conocer más la historia de nuestra región y en especial para pasar un día
juntos y estrechar, un poco más, los lazos de amistad y compañerismo que nos
unen.
Nada más llegar el
grupo a Valencia, un autocar de 70 plazas "al completo", nos
trasladamos al Ayuntamiento para visitar en salas anexas el Museo Histórico
Municipal en la Casa de la Enseñanza, fundada por el Arzobispo Mayoral en el
siglo XVIII.
En la primera sala se
encuentran cinco planos que recogen la evolución de la ciudad desde épocas
prerromanas, siendo los más valiosos los de los años 1608 y 1704 realizados por
Marcelli y el padre Tosca, respectivamente. Finalmente visitamos la Sala Foral
que alberga los símbolos y reliquias que son un referente de la historia de
Valencia, como la Real Senyera, el Pendón de la Conquista, la espada del Rey
Don Jaime, el relicario de San Jorge y las llaves de la Ciudad. Finalizó la
visita en el hemiciclo del Salón de Plenos.
Al final de la mañana,
nos trasladamos a pie por el Centro Histórico y recorrer las salas del Museo de
la Ciudad, donde se expone una selección de ricas colecciones artísticas municipales,
destacando las pinturas realizadas en su mayor parte por artistas valencianos,
representativas de un dilatado periodo histórico que arranca en el siglo XV.
Después de comer en el
Círculo Cultural Militar "Juan Carlos I" fuimos al Museo Histórico
Militar. Todos teníamos interés en esta ocasión de conocer la exposición de
"La Antártica y el Ejército". Durante el verano austral, España
participa, desde el año 1982 que firmó la adhesión al Tratado Antártico, en
actividades científicas y apoyos a la investigación en la Base Antártica del Ejército
de Tierra "Gabriel de Castilla", en la Base Antártica "Juan
Carlos I", y en los Buques oceanográficos de la Armada
"Hespérides" y "Las Palmas".
Dos guías del museo nos
explicaron con videos, fotografías y material diverso la flora y la fauna
antártica y sobre todo los apoyos en logística, comunicaciones y en el vivir
del día a día de los científicos e investigadores nacionales y de otros países
no solo en el territorio antártico durante el verano austral, sino en el Océano
Atlántico durante el trayecto de ida y vuelta desde la Base Naval de Cartagena
a la Antártida. Realmente una labor sensacional, callada y dura de nuestras fuerzas
de la Escuela Militar de Montaña de Jaca y especialistas de Operaciones Especiales
en climas extremos, que en nombre de España desarrollan misiones con otros países
firmantes del Tratado Antártico. Al atardecer regresábamos a Castellón después
de tomar una horchata en Alboraya. ¡Un día inolvidable!
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