jueves

Calçotada de Voluntarios

Todo empezó, cuando tenía asignado un huerto urbano y había que plantar algo para el invierno y yo tenía pocas ganas de trabajar, y alguien me comentó que las habas y los calçots daban poco trabajo. Era otoño de 2019, así que planté eso y en primavera de 2020 con la ayuda de un amigo recolecté unos cuantos calçots. Tras ver la cantidad, se me ocurrió organizar una comida con los voluntarios ya que tenía 500 calçots. Preparé la salsa romescu y cité a 50 personas. La pandemia estaba en plena ebullición y no se aconsejaba reunirse a personas mayores. Por prudencia y consejo del Subdelegado tuvimos que anular la comida y repartir lo recolectado. Han pasado tres años y mi insistencia ha tenido su fruto. Por segundo año consecutivo hemos podido celebrar una calçotada para los voluntarios. Con la ayuda de un amigo este año hemos podido recolectar 450 calçots y con la ayuda familiar hemos desgranado 10 kg de habas que han dado consigo un almuerzo para 35 personas. La satisfacción es completa. Han participado en la preparación un montón de compañeros y la alegría ha sido enorme.

Agradecer la ayuda y cooperación de la Subdelegación de Defensa tanto en lo personal como en los locales, ya que sin ellos sería imposible el poder realizarlo.

Tras mi insistencia en plantar en otoño los calçots, por segundo año ha quedado instaurada la Calçotada de los Voluntarios.








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