El 27 de junio de 2000
salíamos de Castellón para, tras comer en San Sebastián, llegar a Burdeos en la
que pernoctamos. Al día siguiente, tras hacer una visita panorámica de Burdeos,
nos dirigimos a Nantes cuyo casco antiguo visitamos y después de comer salimos
en dirección a Saint Maló, nido de corsarios en el siglo XVIII, ciudad
fortificada que nuestro eficiente guía nos recomendó visitar de día; a nuestra
llegada y tras cenar nos desplazamos nuevamente desde el hotel para recorrer el
recinto amurallado que resultó fascinante con la cuidada iluminación eléctrica
que resaltaba magníficamente el aspecto medieval de la ciudad. La Abadía de
Saint Michel fue recorrida en su totalidad por todos los expedicionarios, incluidas
nuestras Veteranas, a las que no les "asustó" las largas y pendientes
escaleras y ese tercer día culminó con nuestra entrada en la Ciudad de la Luz,
París, a la que dedicaríamos los siguientes cuatro días en jornadas intensivas
que nos permitieron visitar lugares corno las Plazas de Vendome, la Concordia y
la Estrella; recorrimos los pasillos de la Opera, oímos la misa dominical en La
Magdalena, paseamos por los Campos Elíseos, estuvimos en el Arco del Triunfo y
realizamos el minicrucero por el río Sena en los bateaux mouche.
Prolongada fue la
visita a los Inválidos y el Museo del Ejército, la tumba de Napoleón y más tarde
el Palacio de Versalles. Montmatre y sus pintores y el Sagrado Corazón tuvieron
como colofón una cena en un restaurante típico con un magnífico espectáculo.
Notre Dame, la Santa Capilla y la Defense fueron el contraste entre lo antiguo
y lo moderno en la arquitectura parisina. Algunos no se perdieron el gran espectáculo
del Lido. La guinda de este pastel fue la presencia física dentro del recinto
del Arco de Triunfo de los excursionistas, autorizados por supuesto por la
Policia, para presenciar en directo y con emoción el homenaje que los Veteranos
franceses realizan todos los sábados ante la tumba del soldado desconocido. A1
regreso paramos a comer en Dijon, capital de la Borgoila, y tras dormir en
Lyon, regresamos a España por La Junquera para llegar finalmente a Castellón.
Asignamos la máxima puntuación a la Agencia ENGRUPO VIAJES, por la calidad de
los servicios, hoteles y restaurantes ofertados en función del precio. ¡Increíble
pero lo hemos vivido!
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