jueves

Viaje a Marruecos

Del 2 al 9 de marzo y aprovechando las fiestas de La Magdalena realizamos un viaje por Marruecos 28 socios de la Hermandad. Decidimos volar con Air Maroc que tenía vuelos directos de Valencia a Casablanca. A pesar de ser un avión de hélice, el vuelo no se hizo largo y aterrizamos a la hora prevista en Casablanca. Tras pasar los controles y recoger maletas a las puertas del aeropuerto nos recibió un guía marroquí de habla hispana que nos acompañó durante toda la estancia. Antes de trasladarnos al hotel aprovechó para realizar una visita panorámica de la capital económica y comercial de Marruecos, incluyendo los lugares más interesantes de la ciudad tales como el Boulevard de la Corniche y el paseo marítimo con sus áreas residenciales, y a través de la costa llegamos a los exteriores de la Gran Mezquita de Hassan II. Tuvimos la suerte de poder acceder a su gran explanada y ver la grandiosidad de la mezquita.


Mezquita de Hassan II

Al día siguiente tomamos dirección a Rabat y tras una visita panorámica de la ciudad conocida como Ciudad Royal, los exteriores del Complejo del Palacio Real, la Torre de Hasan II., el Mausoleo de Mohamed V. y la Fortaleza de Kasbah Oudayas.  Tras el almuerzo salida hacia Fez aunque nos desviamos para ver la ciudad amurallada de Meknes.

El tercer día lo dedicamos por completo a la capital religiosa del país. Fez, fue fundada en siglo IX por Idriss II está considerada una de las 4 capitales imperiales. Empezamos la visita en las puertas del Palacio Real, y continuamos por el barrio Judío y su fortaleza para adentrarnos en la medina o ciudad antigua.

Accedimos por la famosa Puerta de Bab el Jeloud y tuvimos la posibilidad de vivir una vuelta al pasado en una parte de la ciudad que aún vive cerca de la Edad Media. La medina de Fez con 9.000 callejones está considerada la más grande del mundo. Las laberinticas calles se agrupan por zocos de los diferentes gremios como artesanos de la madera, caldereros, artículos de piel, seda, alfombras, especies, frutos secos, joyeros y curtidores. También nos sorprendió mucho los olores que se podían encontrar a cada esquina de la medina de Fez, algunas aromáticas de las hierbas o incienso y otras horribles de la curtiduría por ejemplo. El guía nos contaba que él sabe guiarse y ubicarse por la medina sólo por el olor de sus calles. Tras una comida en un restaurante muy acogedor en el interior de la medina continuamos callejeando y tras salir fuimos a un promontorio para observar la grandiosidad de la medina. Fue todo un éxito que nadie se perdiera en el interior de la medina.

El cuarto día, tras el desayuno iniciamos ruta en dirección al Medio Atlas, hacia Ifrane, pequeño pueblo montañoso conocido por su estación de esquí. Continuamos disfrutando de unos paisaje espléndidos y plagados de bosques de cedros. Nos sorprendió el buen estado de las carreteras. Tras cruzar el Atlas el paisaje se tornó semidesértico y pudimos observer asentamientos de los nómadas que se acercan a las montañas buscando mejores pastos para su Ganado. Tras parar en Midelt para comer continuamos hacia Erfoud donde vimos inmensos palmerales en los valles donde discurría agua. Continuamos hasta Merzouga donde cambiamos a vehículos 4x4 que nos llevaron a pasar la noche en un campamento de haimas en el desierto. Aquí dimos un paseo a camello en la puesta del sol. Tras la cena y bajo las estrellas del desierto disfrutamos de la música touareg actual que se toca con guitarra eléctrica. Esta excursión de Merzouga fue de lo mejor del viaje.




Tras el desayuno volvimos con los 4x4 hacia Merzouga para coger el autobús e iniciamos el viaje para visitar las Gargantas del Todra, un cañón de paredes verticales que se prolonga desde su entrada unos 18Km dirección a Imilchil. Sus paredes más altas alcanzan aproximadamente los 300m de altura, siendo su punto más estrecho unos 10 a 20 metros de ancho. Estas Gargantas se abren en el exuberante Valle del Todra donde cultivos y palmerales se entremezclan con las pequeñas poblaciones  Tras la comida continuamos por la famosa Ruta de las Kasbahs y Valle de las Rosas. Llegamos a Ouarzazate “la puerta del desierto”. Tras un paseo por la población nos dirigimos al hotel donde nos recibieron un grupo de músicos con sus trajes regionales.

Ouarzazate nace de un puesto avanzado creado por la Legión Extranjera en el año 1928. Hoy está en auge a nivel cinematográfico. Se ruedan muchas películas en esta ciudad que cuenta cin dos grandes estudios cinematográficos. Seguimos el viaje hacia la Kasbah de Ait Ben Haddou. Es una parada obligada de las caravanas que venían del Sáhara y tenían que cruzar el Atlas.  Sobre una colina, a sus pies el  río  Ounila.  Es una de las kasbahs mejor  conservadas  de  todo  Marruecos  y  representa  un  ejemplo sobresaliente de las fortalezas de la Ruta de las Kasbahs. Un conjunto arquitectónico construido de adobe y barro, coronados por torres que sirven de defensa, en lo que podría considerarse el equivalente a los castillos medievales. Estos pueblos formaban grandes comunidades agrarias y mercantiles. 



Cena en Tras la comida, atravesamos el Altas, por el Cuello del Tichka a 2.400 metros de altitud. Por la tarde llegamos a Marrakech, conocida como la Ciudad Roja por el color rojo-ocre de sus edificios llamada "perla del Sur". Dicha visita comienza en los grandiosos Jardines de Almenara. Posteriormente realizamos una vista al exterior del minarete de la Mezquita de Koutobia, hermana gemela de la Giralda de Sevilla. De allí nos trasladamos a la parte semi-antigua de la ciudad, donde hicimos una parada para realizar la visita al Palacio del Bahía, palacio dedicado a una de las esposas de un Visir donde pudimos admirar la distribución de un antiguo palacio de una persona adinerada de la ciudad. De allí nos introducimos en la medina de Marrakech, la auténtica parte antigua de la ciudad, los zocos y la medina hasta llegar a la famosa Plaza de Jmaa el Fnaa. Por la tarde regresamos a la plaza Jmaa el Fna para ver el ocaso y observar como la plaza ebullía entre vendedores y puestos de comida. Por la noche nos trasladamos a Chez Alí un complejo espectacular de palacios con el restaurante bajo tiendas bereberes donde nos amenizaron músicos con trajes regionales y después al aire libre disfrutamos el espectáculo jinetes acróbatas y de la Fantasía, carrera de jinetes que al unisono disparan sus espingardas.

Kasbah Ait Ben Hadou

En resumen el viaje nos ha entusiasmado a todos y nos hemos llevado unas cuantas sorprersas como el buen estado de las carreteras, lo fértil que es la parte norte de Marruecos, la cantidad de agua que fluye por sus barrancos desérticos, la amplitud de las avenidas de las grandes ciudades, su limpieza, etc.

Chez Ali








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